Alimentarse consciente e intuitivamente: el par perfecto.
Alimentarse consciente e intuitivamente: el par perfecto.
Puede que hayas oído hablar de “comer atento” cientos de veces antes. Pero, ¿qué significa? El término “comer intuitivamente” rebota mucho por todos lados, pero ¿son iguales? ¿Cuál es la diferencia y lo que es más importante, ¿por qué debería importarte?
En el ajetreo y el bullicio del mundo real, nos vemos tan atrapados por el deseo de perder peso, ganar músculo y vernos mejor que a menudo olvidamos la importancia de una relación saludable con los alimentos.
Las dietas restrictivas nos dicen “no comas eso” o “sólo en días de trampa”. Es fácil caer en un patrón de vergüenza y culpa cuando inevitablemente romperemos estas reglas de comida. Además, con nuestros horarios ocupados y nuestras prioridades en competencia, podemos olvidarnos de examinar por qué, cuándo y cuánto comemos.
Tanto la alimentación consciente como la intuitiva tienen un papel importante en una dieta saludable y en la relación con los alimentos. Es importante saber cuáles son estas prácticas, en qué difieren y los pasos que se pueden tomar para implementar cada una de estas en la vida cotidiana.
Alimentarse conscientemente
Comer conscientemente es como que una palabra de moda en el mundo de la salud. A medida que la gente se aleja de las dietas de moda y las restricciones de calorías (¡libertad!), buscan una manera de disfrutar de su comida sin ganar peso no deseado y comer excesivamente. Comer consciente puede ser visto como una forma de hacerle caso a la conciencia. El núcleo de esta estrategia de alimentación saludable es ralentizar y estar completamente en sintonía con todos los gustos y texturas de la comida a mano. Por ejemplo, respira profundamente entre cada bocado y date cuenta de los diferentes sabores y texturas del plato. Comer conscientemente requiere alejarte de la tecnología, apagar la televisión y disfrutar verdaderamente cada bocado.
Una edición de 2013 de Today’s Dietitian, declaró que “la alimentación consciente se está utilizando como una herramienta para mejorar los comportamientos alimenticios, fomentar el control de peso, prevenir enfermedades crónicas y fomentar una relación saludable con los alimentos”.
Use estas palabras para describir los componentes de su próxima comida:
Textura: crujiente, húmeda, granulada, seca, dura, cremosa, tierna
Sabor: dulce, salado, agrio, amargo o umami *
* Umami se utiliza para describir los alimentos que son salados
Alimentación Intuitiva
La comida intuitiva difiere de comer consciente porque se trata de cuándo, por qué y cuánta comida. El concepto de la alimentación intuitiva impulsa a los individuos a escuchar las señales naturales de hambre que el cuerpo da. Estas señales naturales de hambre deben llevarlo a comer sólo cuando se siente hambre, detenerse cuando se esté satisfecho y no confiar en indicadores externos para decirle cuándo debería de comer.
El hábito es a menudo una razón por la que comemos, como por ejemplo, “Siempre tomo un refrigerio cuando llego a casa del trabajo”. La comida intuitiva no se rinde a las prácticas alimenticias habituales y sin sentido. En cambio, la alimentación intuitiva se enfoca en las razones principales por las que comemos: el hambre y la nutrición.
Un par perfecto
Es posible que estés tratando de decidir qué práctica – consciente o intuitivo- es la mejor para ti. Lo bueno de estas tácticas saludables es que pueden ser usadas juntas y se complementan bien. Cuando se utilizan ambas estrategias, se puede encontrar la paz en todos los aspectos de la alimentación.
Elegir cuándo, dónde y cuánto comer (a veces las tareas desalentadoras), puede llegar a ser menos estresante a medida que te alejas de las formas habituales de pensar acerca de comer. Tanto la alimentación consciente como la intuitiva, son excelentes prácticas para mejorar tu relación con los alimentos y crear hábitos alimenticios más saludables.
Fuente:
Food Insight