La Psiquiatría de precisión abre una nueva vía de abordaje de la depresión

La Psiquiatría de precisión abre una nueva vía de abordaje de la depresión.

Los investigadores Raymond Lam, Brenda Penninx, Dilip Jeste y Howard Steiger participan en el CNP2021.

El XXIV Congreso Nacional de Psiquiatría ha contado con la participación telemática de cuatro expertos internacionales que han abordado diferentes temáticas que afectan a la Psiquiatría y sus pacientes, como los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), la depresión o el papel de la Psiquiatría de precisión, un campo que será una pieza “clave” en el futuro abordaje de esta patología.

Raymond Lam ha liderado la sesión plenaria ‘Measuring and Treating Cognitive Deficits in Depression’, en la que ha tratado la importancia de los problemas cognitivos, como la dificultad de concentración, memoria, planificación y organización, en el tratamiento de personas con depresión grave. Para ello, el especialista, profesor del departamento de Psiquiatría en la Universidad de Columbia Británica, ha apoyado su presentación con ejemplos de las guías clínicas de la Red Canadiense de Tratamientos del Estado de Ánimo y la Ansiedad (Canmat) sobre este trastorno, así como con los resultados de los estudios de la Red Canadiense de Integración de Biomarcadores en la Depresión (CAN-BIND).

Según ha apuntado el investigador, la depresión es una condición común que se observa en el 5 por ciento de la población y que resulta en un deterioro significativo en el funcionamiento, con un coste social de más de 6.000 millones de euros solo en España. Por otro lado, ha destacado que la dificultad cognitiva es un “síntoma importante de deterioro funcional” en la depresión, además de otros factores como un historial de maltrato infantil (abuso físico, sexual, emocional) que pueden afectar a la cognición, incluso en la edad adulta.

“Es importante utilizar tanto pruebas neuropsicológicas como cuestionarios autoevaluados para evaluar adecuadamente el funcionamiento cognitivo durante el tratamiento”, ha subrayado Lam, que ha asegurado que existe evidencia de que algunos antidepresivos (vortioxetina, IRSN) son particularmente efectivos para tratar los síntomas cognitivos en la depresión. “Optimizar el tratamiento de las dificultades cognitivas ayudará a restablecer el funcionamiento en personas con depresión”, ha concluido el especialista.

Psiquiatría de precisión y depresión

También ha incidido en este trastorno de la salud mental Brenda Penninx, profesora en el departamento de Psiquiatría del Centro Médico de la Universidad VU en Ámsterdam, quien ha hecho alusión a la “indiscutible” carga de la misma sobre la sociedad. Una “gran carga” que, en palabras de la experta, se debe en parte a un patrón de evolución que es más crónico de lo que a menudo se supone y a tratamientos que no conducen a la remisión en todos los pacientes.

“La Psiquiatría de precisión tiene como objetivo encontrar más específicamente qué mecanismos fisiopatológicos subyacen a la depresión y cómo esto podría informar las estrategias de tratamiento. Por tanto, la heterogeneidad en los patrones de síntomas y la fisiopatología merece una atención”, sostiene la especialista, que matiza que la investigación que aborda la Psiquiatría de precisión requiere muestras de pacientes a gran escala y una caracterización clínica y neurobiológica detallada.

La soledad y la pandemia silenciosa

Por otro lado, el neuropsiquiatra geriátrico estadounidense Dilip Jeste ha tratado la soledad como una “pandemia silenciosa” que ha provocado un aumento del 33 por ciento en los suicidios, así como un incremento de seis veces en el número de muertes relacionadas con los opioides en Estados Unidos.

A este respecto, el psiquiatra ha informado de que la soledad prevalece en todos los grupos de edad y es mayor entre las personas con un nivel socioeconómico más bajo, en las personas con enfermedades psiquiátricas y médicas y en las personas con conexiones sociales escasas o interrumpidas. “La soledad predispone a la depresión mayor, los trastornos de ansiedad, los suicidios, los trastornos por uso de sustancias, la demencia y las enfermedades cardiometabólicas”, ha apuntado Jeste, que incide en la importancia de evaluar la soledad “de forma rutinaria en la práctica clínica utilizando medidas breves, pero validadas”.

“Nuestros estudios recientes han encontrado una fuerte correlación inversa entre la soledad y la sabiduría en las etapas de la edad adulta. La sabiduría es un rasgo complejo que comprende componentes específicos: comportamientos prosociales (por ejemplo, empatía y compasión), regulación emocional, autorreflexión, toma de decisiones sociales y espiritualidad. Los comportamientos prosociales tienen la correlación inversa más fuerte con la soledad. Varias regiones del cerebro están implicadas en la sabiduría, incluidas las cortezas cingulada anterior y prefrontal, la ínsula y la amígdala”, ha explicado el investigador.

Por ello, considera “necesario” mejorar la sabiduría a nivel individual y social para reducir la soledad y hacer que el mundo sea “más saludable, feliz y sabio”. “Existen estrategias basadas en la evidencia para mejorar los componentes de la sabiduría, como la compasión, para reducir la soledad en personas con y sin enfermedades mentales”, ha concluido.

Factores epigenéticos y trastornos de la conducta alimentaria (TCA)

Por último, Howard Steiger, el director del Programa de Trastornos de la Alimentación (EDP) del Instituto de Salud Mental de la Universidad de Douglas, ha revisado la literatura sobre los supuestos vínculos entre los factores epigenéticos, que hacen referencia a las modificaciones en la expresión de genes que no obedecen a una alteración de la secuencia del ADN y que son heredables, y los TCA.

A este respecto, el investigador ha examinado las formas en que la programación epigenética de la expresión génica podría explicar las interacciones gen-ambiente que actúan en estos trastornos. Según el especialista, la literatura también presenta evidencia que sugiere que los procesos epigenéticos vinculan la desnutrición y el estrés de la vida (gestacional, perinatal, infantil y adulto) al riesgo de desarrollo de disfunción eréctil.

Por ello, basándose en evidencia empírica y experiencia clínica, sugiere que una comprensión epigenéticamente informada de la etiología de los TCA puede beneficiar a pacientes, cuidadores y médicos por igual, en el sentido de que la perspectiva puede reducir actitudes críticas o de reproche por parte de los médicos y cuidadores, así como aumentar la autoaceptación y optimismo en la recuperación de los pacientes.

Fuente:
Redacción Médica